28 de noviembre de 2012

En Madrid ya es Navidad!!

Pues sí y a mi pesar porque no es una época que me guste mucho; no al menos, desde hace algunos años.
Todos los supermercados ya tienen puestas las lucecitas en los parkings; y si entras ya ni te cuento, parece que es Nochebuena y tú sin comprar la cena!!! Allí tienen colocadas las "ofertas de marisco" "pavo" y demás comidas festivas. Así que ya te da por mirar precios y decir: "pero si queda un mes!! Ya pero luego los precios van a subir... a lo mejor debería comprar las gambitas y congelarlas..." así que picas, y compras, y te llevas esas "gambas fresquísimas". Primer objetivo del super conseguido. Continúas "paseando" porque tú sólo habías entrado para dar una vuelta, y ver si había algo interesante. Y allí te encuentras con los belenes, lucecitas, el árbol, miles de adornos para la casa... y tú pensando: "ay madre, que no he puesto ni árbol, ni a los Reyes Magos en el portal, ni ese adorno en la puerta para que los vecinos sepan que en mi casa YA es navidad". Y te entra ese mini-agobio y al final ¿qué pasa? Pues que compras; te llevas un nuevo modelo de arbolito en blanco y que se ilumina sólo, sin que tengas que colocarle todas las lucecitas, y es que el verde de toda la vida que compraste hace 3 años ya te parece que está anticuado. Compras también algún adornito; "¡Ays este año puedo decorar también las ventanas con el spray ese blanquito!" Y ale, al carro! Así que el paseito te está saliendo un poquito caro, pero bueno, es navidad!! Además con esa paga que dan a todos los que trabajan... y a los parados creo que nos dan una cestita de navidad... (modo irónico).

Ya no te quiero ni contar cuando pasas por la zona de los juguetes. En ese momento te acuerdas de tu prima pequeña, de tu hermano, y ufff! Qué agobio! Qué habrán pedido a los Reyes?? Y por mucho que pienses que la navidad es un invento de los centros comerciales, que es todo materialista, todos los años acabas cayendo en sus redes y compras. Porque cómo vas a dejar a tu padre el día de Reyes sin ningún regalo? Y qué, en Nochevieja cenas pizza y luego para disimular un poco te comes las uvas? Pues no pega, la verdad. Así que otro año más caeré en el consumismo que nos invade en esta sociedad.
Pero no toooodo es gastar y gastar, la navidad también tiene cosas muy bonitas, que son las que a mí en particular me gustan y hacen que esta época tenga algo especial. Lo que me encanta es ir por el centro de mi querido Madrid; está tan bonito!!! Pasear por la Gran Vía, la calle Carretas... todo son luces y color; se respira un ambiente de fiesta. Puedes acercarte a la plaza Mayor en donde todos los años ponen un montón de puestos navideños con todo tipo de cosas, desde los típicos adornos navideños (te vuelven a recordar que YA es navidad y por si no has pasado por el súper... pues ya sabes, jeje!); hay máscaras, bromas para hacer a la gente en el día de los inocentes, pelucas, y también cositas de comer. Me encanta acercarme al Mercado de San Miguel (totalmente recomentable visitar si aún no habéis ido) y darme una vueltecita por allí; Otro sitio donde también se está fenomenal es en el Retiro (vale, le tengo muuuuuuuuuucho cariño a ese parque madrileño) pero de verdad que merece la pena ir; también podemos encontrar algún puestecillo, aunque lo realmente bonito es el paseo, ver el estanque, fijarse en la gente... y si sales por la Puerta de Alcala ya cuando ha anochecido y ves todo iluminado ni te cuento, precioso!!



Y qué me decís de Cortilandia?? Es verdad que es para ir con peques, pero aún así me trae tantísimos recuerdos de mi infancia que me sigue gustando acudir con o sin niños.
Aunque lo que más me gusta de la Navidad es la Cabalgata. Me encanta ver la carita de los niños cuando ven a los Magos, cómo se quedan mirándoles fijamente, les saludan... uff! Ese momento no tiene precio, la ilusión de los peques es increíble. 

En conclusión, que aunque no te encante la Navidad, hay muchísimos rincones de Madrid que merecen la pena ser visitados porque con las luces tienen otro encanto, creerme. No os dejéis llevar por el mero consumismo que nos venden; intentar vivir esta época del año de otra forma.

Lo dicho, que en Madrid YA es Navidad!!

15 de noviembre de 2012

Caminando como los cangrejos

Contigo voy como los cangrejos, hacia atrás.

¿Por qué te estás convirtiendo en ese tipo de hombre que odio? ¿¿¡¡Por qué!!?? 
Cuando te conocí me pareciste perfecto, y vale eso lo podemos decir todos al comienzo de una relación, pero con el paso del tiempo yo te he seguido diciendo que eras ese chico que yo siempre había querido tener a mi lado.
Pero cambiaste...
Ambicioso y materialista son las características que mejor te definen. Y odio a la gente así; la odio. Viven por y para el dinero, para su propio beneficio y lo peor es que cuanto más tienen, más quieren. Esto se conoce como avaricia. Si consiguen una casa, ya no les basta; ahora quieren una más grande, más nueva y más cara, para poder presumir delante de sus "colegas".

Y ya no me basta con un abrazo; ya no me callas con un beso, ya no me relajas, ya no. Porque o cambias o se acabó; porque veo en ti reflejado ya sabes a quién y no me gusta. Y veo que con el paso de los años te estás convirtiendo en él. Me niego a que seas así, a tener la relación (llámalo X porque de relación tiene lo que yo de monja)que tienen, a que actúes como él, a que no tengas claro el concepto de familia ni de hogar, mejor dicho, a que no lo tengas; me niego a que yo deba ser tu criada, me niego a todo eso.

Creo que por ti he hecho tantísimas cosas que nadie haría... ni yo las hubiese hecho por otras personas. Ojo! No te lo estoy enchando en cara, porque no me arrepiento de ninguna de ellas, pero ya me he cansado de luchar, de mandar mensajes sin recibir respuesta, de hacer sonar un teléfono sin que nadie me responda, de tener que preguntarte para que me cuentes cosas... de que sólo hables de trabajo, de que te hayas convertido en un sin-amigos pero con "colegas", de que yo me tenga que encargar de llenar la nevera porque ni siquiera te das cuenta de que sólo queda dentro la araña; estoy cansaaaada (y no de la familia Rivera, como diría La Pantoja) de tener que controlar yo las facturas, las cuentas del banco, de esperarte, de no saber si vienes o no, cansada de todo! 

¿Sabes cuál es el problema de la gente como vosotros? Que seréis ricos, porque vale que lo de hacer dinero se os da de vicio, pero tenéis a la larga una enfermedad, la peor de todas las que puedas imaginar, se llama Soledad
Podrido de dinero sin saber disfrutarlo ni tener a nadie con quien compartirlo. Y creéme que no me dais ninguna envidia, porque a la vista está que sois infelices; algunos hasta pagan a alguien para que les escuche porque para eso los súper "colegas" no están... aunque todo es proponérselo eh? Que por un módico beneficio a lo mejor te escuchan y todo. Lo de implicarse y que les importe ya es otra cosa, pero por lo menos te puedes desahogar (como estoy haciendo yo ahora).

Sólo te estoy avisando, que me acabarás perdiendo, que llegará un momento en que todo me de igual, en que no me importes ni como amigo. Y el día que tengas canas, gafas y te jubiles tendrás pánico, pavor a estar en casa, y ¿Sabes por qué? Porque si has tenido hijos, pasarán de ti, igual que tú no te ocupabas de ellos cuando eran pequeños; porque no tendrás a nadie con quién irte siquiera a tomar una verveza... esos "colegas" habrán desaparecido y te darás cuenta de que estás enfermo de Soledad. Por lo que he oído es bastante difícil de curar eso sí, como estarás forradito siempre podrás pagarte una buena residencia para que te cuiden porque no tendrás a nadie a tu alrededor que quiera hacerlo. 
Y no pienses que estoy exagerando... sólo tienes que mirarle (ya sabes a quién) porque ahí tienes el claro ejemplo de todo lo que te he descrito.

Yo mientras tanto seguiré queriéndote pero caminando como los cangrejos, hacia atrás.




Colega- dícese de aquel que está contigo por interés, ya sea económico o empresarial.

10 de noviembre de 2012

9 de noviembre de 2012

Primera parte de ¿y tú que hubieses hecho?

Es una historia real que me contó una amiga.

Os pongo en situación: ella se encuentra en el aeropuerto de una bonita ciudad italiana, pero por problemas meteorológicos el vuelo empieza a retrasarse. 


M, que así la vamos a llamar, decide ir a la cafetería para hacer tiempo. Un "tipo" le pregunta si puede sentarse con ella - "¿Te importa si... bueno, si me puedo tomar el café contigo"- M acepta; es una chica con una educación exquisita. Nacida en un país de la Europa del Este, que tuvo una infancia algo difícil. Mientras que a las niñas se les inculcaba la pasión por la gimnasia, que debía ser a largo plazo su profesión, el padre de M la enseñó el valor de los libros; la importancia de ser alguien y asegurarse un futuro. Por ello M hoy en día habla 6 idiomas y tiene 3 carreras. 

Su padre, un antiguo diplomático, estaba enfermo de cáncer, por lo que M junto a su hermano debían buscarse la vida y conseguir dinero para pagar el tratamiento de éste, ya que en su país no estaba subvencionado ni siquiera las medicinas. Por eso su hermano había decidido irse a trabajar de guía a una ciudad italiana y ella había ido a visitarle.

Mientras tomaban el café empezaron a hablar de sus vidas, pero no de su pasado.
La compañía aérea les informa que les van a llevar a otro aeropuerto cercano, ya que debido al temporal ése va a permanecer cerrado y los vuelos no saldrían hasta la mañana siguiente.
M se despide y va rápidamente hacia el autocar. Para relajarse decide escuchar música con su ipod. Cuál es su sorpresa cuando vuelve a aparecer el chico del aeropuerto y le pregunta que si puede sentarse con ella. M vuelve a acceder. El chico la propone hacer un cambio de música - ¿Qué te parece si yo escucho tu música y tú la mía?". M está extrañada pero acepta; es una chica muy abierta de mente por lo que piensa que cualquier tipo de música que escuche la va a gustar y al hablar tantos idiomas no tendrá problema en entenderla. Pero para su sorpresa no es así. No reconoce ese idioma. Así que le pregunta. Él responde que es Croata (antigüamente de Yugoslavia). Por este motivo comienzan a hablar de su pasado.

Él está tremendamente sorprendido y finalmente decide preguntarla: -"¿Es que acaso no sabes quién soy? ¿De verdad que no me reconoces?". M niega con la cabeza, realmente no había visto a ese hombre en su vida. Él la cuenta que había sido un importante jugador de futbol, muy conocido porque también había salido mucho en la prensa. 

Al llegar al nuevo aeropuerto, ven que su vuelo tiene de nuevo un retraso. 
Él, llamémosle Sack, le pregunta a M si quiere llegar a Madrid. -"Pues claro que quiero; además tenía algo importante que hacer."
Sack hace una llamada y en menos de media hora se encuentran en un avión privado de camino a Madrid.
M no se cree todo lo que está sucediendo. Tremendamente agradecida intercambian los números de teléfono y promete invitarle a algo la próxima vez que coincidan.

El avión aterriza en la base aérea de Torrejón de Ardoz, y Sack consigue un coche privado para que a M la lleven hasta la misma puerta de su casa.

Con el paso del tiempo intercambian alguna llamada, mensaje, pero como amigos, sin ningún interés de otro tipo. 
Un día Sack la llama y la pide que por favor sea su acompañante en una fiesta en una ciudad andaluza. -"Será sólo ir conmigo a la cena y a la fiesta, te lo prometo. Nada de prensa; no tendrás que pagar nada". M accede pero con la condición de que el tren y el alojamiento lo pagaba ella. 
Por fin llegó el día y cuando M se presentó en el hotel para hacer el check-in, la recepcionista le explica: - "debe haber un error pero que no hay ninguna reserva a tu nombre". 
De repente sale del mostrador Sack, riéndose a carcajadas y diciendo: -"¿De verdad pensabas que te iba a dejar pagar el hotel? Para mí el dinero es sólo eso, dinero, y me sobra, así que ya está."
Se despiden para que ella se "arregle" para la fiesta. Al rato de encontrarse en su habitación, llaman a la puerta. 

C O N T I N U A R Á...

4 de noviembre de 2012

Un sueño por cumplir

Siempre me ha encantado la película de Grease; la he visto millones de veces; podría decir que me sé hasta los diálogos. Y yo no soy muy de cine, por no decir que soy el antítesis a un cinéfilo xq normalmente o me gusta mucho una película o me quedo frita. Prefiero ver series o un programa.
Pero cuando una me gusta, no es que me guste, es que me chifla.
Cuando era pequeña adoraba Peter Pan (y ahora también, eh? Sólo que ahora no la veo, jeje!)

Al tema, que me estoy desviando... Siempre he tenido la ilusión de hacer el musical de Grease. De convertirme por un momento en Sandy Olsson, de hacer el famoso bailecito, ahí con mis pantalones ajustados negros de cuero, y esa camiseta escotada... uff! Me encantaría. No me refiero a un musical para enseñárselo a la gente. Con reunirme con unos amigos y disfrazarnos, bailarlo y grabarlo... Espero poder decir algún día que he cumplido este sueño.

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