31 de diciembre de 2012

Hasta Siempre 2012, Welcome 2013

Por fin acaba este año lleno de cosas malas!! Hoy toca llevar algo rojo y celebrar lo bueno que está por venir! Pa´qué vamos a recordar lo que ha sucedido este 2012 si ya se acaba?? Ahí te quedas!! Yo sólo me quedo con lo positivo, la familia y amigos que han estado en cada momento.



¡¡FELIZ AÑO 2013 A TODOS!!

13 de diciembre de 2012

Vamos a contar mentiras tralará, vamos a contar mentiras...

Esa canción siempre me ha recordado a ti, y por eso creo que es mi favorita de todas las canciones infantiles que he escuchado. 
Me cuesta bastante escribir y hablar de esto; ahora puedo derramar lágrimas tranquilamente sin que nadie intente tranquilizarme, pero cuando nos referimos a ti a pesar de tener un enorme nudo en la garganta intento controlarme. Tengo la sensación de que soy la única que te sigue echando de menos. Me da tantísima rabia ver que los demás han aprendido a vivir sin TÚ; Supongo que se acordarán pero es como si hubiesen pasado página. Y tú sabes perfectamente cómo me siento; sabes que no pasa un día sin que mire tu foto porque no quiero olvidarme ni de una arruga de tu cara; que no pasa un día sin que haga algún comentario sobre ti, lo sabes... porque me ves desde allí arriba, porque te siento aquí conmigo. (Ufff, no puedo ni escribir con estos lagrimones...)

No hace falta que juegues con la luz del salón todas las noches a la misma hora; ni que te "aparezcas" en el pasillo para que el gato te mire (creo que es el único junto con el perro que pueden verte), no hace falta porque yo no te olvido. Porque has sido una de las personas más importantes de mi vida, y porque siempre vas a estar en ella. Porque Santander me recuerda a ti, tu pasión por el mar, tus historias de la guerra; esa cinta que grabamos cuando yo era pequeña en la que tú me hacías preguntas y yo respondía; los tangos en especial, "la cumparsita"; tus sopas de ajo; tus herramientas que aún andan por casa; tus despertadores; los "alcagüeses", el parque del Retiro con las ardillas; la cabalgata de Reyes; el olor a castañas asadas; el ratro de Madrid; esa típica zapatería de la puerta del Sol; el estaño que siempre estabas fundiendo; tu gusto por el baile; Elvis; el mercado Maravillas del que siempre venías cargado con una bolsa enorme; los columpios del parque cuando me decías: "a volar!" mientras me empujabas; tu intento por modernizarte, adorabas internet y las nuevas tecnologías; los documentales de animales, cómo te gustaban, te pasabas el día viéndolos; Tu asombrosa memoria para recordar las 1.500 direcciones en donde habías vivido por España, y por supuesto las anécdotas de cada lugar. Y así podría seguir y seguir diciendo "cosas" que hacen que en mi día a día te tenga muy presente.

"Ahora que vamos despacio,
Ahora que vamos despacio,
Vamos a contar mentiras, Tralará
Vamos a contar mentiras, Tralará
Vamos a contar mentiras."
 
La mayor de ellas es que he pasado página.



Tú, mi abuelo, formas parte de la hoja más bonita del libro de mi vida.

12 de diciembre de 2012

del gimnasio

Soy de las que va al gimnasio por obligación, porque el deporte en sí no me gusta. Por eso intento hacer aerobic, zumba, spinning, step... actividades que mezclan el baile (que me chifla) con el ejercicio y por supuesto que sean dirigidas, porque si dependiese de mí... en cuantito empezase a sudar me sentaba!! Necesito a alguien que me esté animando y diciendo: venga muy bien, ya queda poco... (y yo pensando: "pero capuyo si quedan casi 40 minutos de clase").
Al lío que me voy desviando; mi profe de aerobic zumba mola mogollón. Se la ve muy buena gente; es muy agradable, no hace las clases nada aburridas y siempre nos está diciendo lo bien que lo hacemos. 
El caso es que voy por las mañanas (es lo que tiene no trabajar, que puedo elegir...) y el gimnasio está llenito de marujas (lo mismo que yo pero con 30 tacazos más y en su mayoría satisfechas de su "profesión"). 
Normalmente me gusta ponerme delante para ver bien los pasos que hace la profesora; ésta se ha aprendido mi nombre y no es por tirarme flores pero en comparación de las "marus" se me da bastante mejor a mí. Y por eso cada vez que tiene ocasión, se va al fondo de la clase, me hace a mí ponerme en el medio y ale, todas a seguirme. Una cosa es que yo me aprenda la coreografía y otra es que me guste ser el centro de atención y parecer que dirijo la actividad.
Hoy mismamente me ha dicho: "venga, yo me voy atrás y tú vente aquí al centro". Yo: "no, no, qué vergüenza". Pero no me iba a poner a discutir y como ella se ha largado... total, que he acabado roja como un tomate y con el corazón acelerado. No quería ni levantar la vista del suelo porque para una vez que he mirado al espejo, he visto a las 15 "marus" mirándome e intentando seguirme. Y es que no es el primer día que lo hace; la vez anterior fue peor porque me pidió que me subiese a la tarima a bailar con ella (era una coreografía de parejas). Por un lado debería sentirme alagada pero lo paso tan mal cuando soy el centro de atención... y más cuando veo lo bien que hace ella los movimientos y pienso en lo ridícula que debo estar yo; que en esas milésimas de segundo te da tiempo a pensar de todo: que si estas mallas me marcan mucho culo, que si se notará el tanga, que vaya pelos, uff! 

En fin, anécdotas de gimnasio. Esto me pasa por hacer deporte!!!!

7 de diciembre de 2012

Miedo

 No hay nada peor en la vida que perderla por miedo a vivirla.

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