Soy de las que va al gimnasio por obligación, porque el deporte en sí no me gusta. Por eso intento hacer aerobic, zumba, spinning, step... actividades que mezclan el baile (que me chifla) con el ejercicio y por supuesto que sean dirigidas, porque si dependiese de mí... en cuantito empezase a sudar me sentaba!! Necesito a alguien que me esté animando y diciendo: venga muy bien, ya queda poco... (y yo pensando: "pero capuyo si quedan casi 40 minutos de clase").
Al lío que me voy desviando; mi profe de aerobic zumba mola mogollón. Se la ve muy buena gente; es muy agradable, no hace las clases nada aburridas y siempre nos está diciendo lo bien que lo hacemos.
El caso es que voy por las mañanas (es lo que tiene no trabajar, que puedo elegir...) y el gimnasio está llenito de marujas (lo mismo que yo pero con 30 tacazos más y en su mayoría satisfechas de su "profesión").
Normalmente me gusta ponerme delante para ver bien los pasos que hace la profesora; ésta se ha aprendido mi nombre y no es por tirarme flores pero en comparación de las "marus" se me da bastante mejor a mí. Y por eso cada vez que tiene ocasión, se va al fondo de la clase, me hace a mí ponerme en el medio y ale, todas a seguirme. Una cosa es que yo me aprenda la coreografía y otra es que me guste ser el centro de atención y parecer que dirijo la actividad.
Hoy mismamente me ha dicho: "venga, yo me voy atrás y tú vente aquí al centro". Yo: "no, no, qué vergüenza". Pero no me iba a poner a discutir y como ella se ha largado... total, que he acabado roja como un tomate y con el corazón acelerado. No quería ni levantar la vista del suelo porque para una vez que he mirado al espejo, he visto a las 15 "marus" mirándome e intentando seguirme. Y es que no es el primer día que lo hace; la vez anterior fue peor porque me pidió que me subiese a la tarima a bailar con ella (era una coreografía de parejas). Por un lado debería sentirme alagada pero lo paso tan mal cuando soy el centro de atención... y más cuando veo lo bien que hace ella los movimientos y pienso en lo ridícula que debo estar yo; que en esas milésimas de segundo te da tiempo a pensar de todo: que si estas mallas me marcan mucho culo, que si se notará el tanga, que vaya pelos, uff!
En fin, anécdotas de gimnasio. Esto me pasa por hacer deporte!!!!
Madre mia, la fauna de gimnasio podría dar para mucho. Yo hace poco he comenzado en uno. Seguro que en mi blog (http://martinezaznar.blogspot.com.es/, por si quieres pasarte) pongo alguna entrada de vez en cuando :)
ResponderEliminarGracias por tu comentario!! La verdad es que te encuentras todo tipo de gente. Me paso por tu blog! Un saludo
ResponderEliminar