23 de julio de 2011

Añorando Wrexham

Hoy es uno de esos días en que me gustaría estar allí, quizás porque el día esté un poco tontorrón, y se esté empezando a nublar me he acordado de ti. Pequeña ciudad de Gales, de casas bajitas y tejados naranjas y negros. (A lo mejor cuando salga del trabajo me pongo a ver videos de nuestra vida allí). La verdad es que a apesar del frío, de las dificultades con el idioma y de la gente que bueno, digamos que no es muy agradable, guardo un buen recuerdo de aquel lugar.

Ahora mismo en Madrid, si una tarde no tengo ningún plan ya me entra algo de bajón y cabreo, y allí en cambio, estábamos los dos solos todas las tardes, y siempre encontrábamos algo que hacer. Esos paseos por los chalets que soñábamos un día poder comprarnos, los parques, las idas y venidas a la compra cargados hasta arriba con la bicicleta y las bolsas colgando del manillar, las tardes de gimnasio, y como no, nuestro batido helado de vainilla en casa, los filetes de pavo (los cuales ahora detesto), los paseos por Tesco buscando ofertas y regalos para cuando viniésemos a España... esos donuts que hacían en una pastelería de Chester, pfff, sin duda los mejores que he probado nunca, nuestro cafetito del Starbucks; las compras en Argos; en Primark (nada que ver con lo que se conoce aquí en España, que quede claro)...y como nos creábamos nuestro mundo con los personajes de nuestra calle.
Sin duda los mejores, la familia Peters, encabezada por Anita. La mejor persona que conocí en todo el año. Todo ternura, amor, educación y comprensión, desde un primer momento estuvo allí para todo, nos recibió con una sonrisa y nos abrió las puertas de nuestra casa literalmente. Hay que decir que era una familia un poco peculiar; su marido debe estar enfermo, por lo que fuimos deduciendo al cabo del tiempo, ya que nunca estaba y luego vimos unas fotos del buen hombre en una residencia. Tienen 3 hijos, Lucy, la mayor, que es igual que su madre, desborda ternura allí por donde pasa; Alice, una chica más jovencita que cada vez que la veíamos tenía el pelo de un color diferente, era algo peculiar; y el hijo, Tim, el pequeño de la familia, que sin duda era el más raro de todos. Vestía de una forma un poco siniestra, aunque no podría encasillarle en ningún grupo social; siempre con los cascos puestos y los andares "raros".
Otra quierda vecina de la calle era "Rachel", Dios, lo que nos hemos reido e inventado sobre su vida, y no, no es que seamos unos cotillas (vale que teníamos mucho tiempo libre) pero es que la chica no paraba de chillar a sus hijos y al marido y las paredes no es que fuesen de papel pero tampoco eran muy gruesas.
Recuerdo el día que apareció un carrazo impresionante en la puerta de su casa y ella salió súper arreglada, y no, no era el marido el que estaba en el coche. Vaaaaale, que sería una cena de trabajo pero trabajaba? Porque yo la veía siempre en casa con los hijos y hablando por teléfono en la cocina; Q x cierto, kiero una cocina como la suya! Que cosa más bonita, jamás la olvidaré, con los azulejos verdes, preciosa! Muy cuca, la verdad.
Ya iré hablando en otros post de nuestra vida galesa.

PD.Hoy en telecinco han hecho un programa sobre los abuelos. Y estoy encantada, me alegro mucho. Reivindican que se cree el día del abuelo, y estoy totalmente a favor. Hay día de la madre, del padre, del niño pero y el abuelo qué? Esas personas que yo diría que son la base de muchas familias, la unión, y sin duda las personas más importantes en mi vida. Asíq desde aquí un aplauso para telecinco, que siempre le critican todo. Ole!!

2 comentarios:

  1. Quiero volver a esa pequeña ciudad que tantos buenos recuerdos nos dejo

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  2. pues ya sabes... no tngo ningún problema en huir de aquí. Búscame un curro y nos volvemos!

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