15 de febrero de 2013

Casualidades de la vida

Esta es la historia del San Valentín de una de mis mejores amigas.

Ella vive en París, en la novena planta de un apartamento sin ascensor. Tiene novio aunque no están pasando por su mejor momento. Digamos que él "se lo tiene que currar", y qué gran oportunidad que ayer fue el día de los enamorados!

La portera de su apartamento la avisó de que había recibido un paquete junto con una carta.
Por supuesto era de él; una bonita postal en la que "regalaba los oídos" a mi amiga, y la decía todas esas cosas bonitas y romanticonas que a una mujer le gusta escuchar.

Luego pensó que podría ser el paquete; era demasiado grande para ser un anillo o algo de joyería... quizás un conjunto sexy? Pues no, dos libros! Algunos habréis pensado que vaya regalo tan poco romántico, pero teniendo en cuenta que a mi amiga le encanta leer... quién sabe si tratan de una bonita pasión turca o una historia de amor como la suya!!
Al fondo de la caja había otra carta. La sorpresa fue que no era de su novio, sino de otro hombre: el Librero! No sé si éste estará enamorado de mi amiga, nos tendremos que quedar con la duda.
La cuestión es que ella es socia de una librería parisina en la que cada tres meses debe hacer una compra de un libro y así te hacen un precio especial. El caso, es que en los últimos meses no había hecho ninguna, y la librería le mandaba estos dos, a modo de sugerencia, y si estaba interesada en ellos debía pagarlos (¡¡así que nada de regalos!!).

En fin, vaya forma de joder lo que podía haber sido un bonito San Valentín y un agradable regalo... Y es que si el paquete hubiese llegado otro día a lo mejor la postal tendría más importancia, pero pensar que junto con ella hay un regalo y luego llevarse ese chasco... lo que son las casualidades de la vida!!!

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