17 de mayo de 2013

Cartas que nunca leerás

Un libro: el cuaderno de Noah (lo he leído tantas veces... pero cada vez me gusta más; tengo mil anotaciones hechas, frases subrayadas...)
Ayer volví a recordarlo; por si no lo habéis leído, trata de una bonita historia de amor nada que ver con lo convencional, en la que la mujer sufre una grave enfermedad... y relata la "fortaleza" de su pareja, lo que llega a hacer por ella.
Digo que ayer volví a recordarlo porque telecinco ("esa cadena que gusta a las marujas y que tanto es criticada porque al parecer sólo hablar de cotis y emite programas que son un rollo...", a mí sí me gusta), hizo un bonito reportaje sobre el Alzheimer. Una de las colaboradoras del programa Sálvame pasaba unos días en una residencia de ancianos con este problema. 
De nuevo se me abrieron heridas que cada sábado a las cinco y media de la tarde vuelven a sangrar y a las siete intentan cicatrizar (aunque es imposible, ni siquiera que se curen un poquito... siempre están infectadas...)
Todos los días pienso en ella; en el bajón que ha dado, en cómo era, y cómo es... eso sí, siempre con una sonrisa en la cara; a pesar de estar sin saber dónde, sin saber quién es, ni a dónde va, ni que le pasa, a pesar de estar perdida en esta etapa de su vida, siempre sonríe.

Es una enfermedad que destruye no sólo al enfermo sino a las personas que le rodean; vale, no hay dolor (ese es mi consuelo) pero por así decirlo, sí hay un dolor de alma, un dolor al corazón, a los sentimientos. 
Ellos sufren al principio ya que tienen momentos de lucidez en los que se dan cuenta de que algo les sucede, ven que han hecho algo anormal (quizás meter el mando de la tele en la nevera), pero lo más triste es cómo de un día para otro parece que se han olvidado de ti. No te reconoce, no sabe tu nombre, ni si eres su nieta, su hermana o su madre; paradojicamente, me hace gracia que la forma de disimular que no me reconoces es que me llames chiquita guapa. Siempre tan cumplida y tan cariñosa con todos... Y lloro por dentro, me destruyes sin quererlo. Me rompes el alma en miles de pedazos y sólo quiero gritarte porque pienso que es que no me oyes (y no quiero entender que no me entiendes), que soy esa niña pequeña a la que según tú y hace veintisiete años ya, estás criando, cuidando, mimando, queriendo; la que querías más que a tus propios hijos... Que soy esa de los rizos a la que buscas pero ya no encuentras. Querría que entendieses que he crecido, pero que sigo siendo la misma, la que te quiere más que a nadie en el mundo, la que se niega a aceptar que no sabes quién soy, porque sí lo sabes, soy tu chiquita guapa
Y con verte cada sábado sonreír soy feliz. Creéme que vivo por ti, que hago las cosas pensando en ti, que te tengo todos los días de mi vida presente, y que aunque no sepas que soy tu nieta, sabes que soy alguien conocido, alguien a quien quieres... que según me ves, te levantas y te quieres venir conmigo... y ese créeme es el mejor momento de la semana.




Pues lo que decía, que me alegro de que se haya emitido ese programa; porque si ya de por sí es la enfermedad del olvido, parece que la sociedad la tiene olvidada. No se investiga (y no me creo a los que dicen que sí...) y nunca se habla del tema, no se emiten reportajes ni se apoya a las familias... es casi imposible recibir una ayuda económica por parte de las autoridades (conozco algún caso en el que el enfermo ha fallecido y aún no se han cobrado las ayudas, y por supuesto, una vez muerto ya no existen); no hay apoyo psicológico ni nadie que informe de qué va a suceder. Es una lotería que te concedan una residencia pública y en el caso de que te toque, las condiciones de algunas de ellas son realmente precarias... Y por favor que nadie me cuente que si crisis ni royos, que esta pobre gente ha estado trabajando toda su vida, cotizando, han pasado una guerra, y han disfrutado muy poco como para que en su última etapa no tengan ni reciban lo que merecen., porque desde luego que con la mierda de pensión que cobran no pueden pagar una privada.
Es la propia familia la que debe informarse y encargarse de todo. Por desgracia, supongo que esto también sucederá con otras enfermedades.

"La más bonita sin duda eres tú, 
la más auténtica de todas tú.
Si tú me abrazas no existe el dolor."

2 comentarios:

  1. me has hecho llorar... y estoy trabajando... así que cómo me pille el jefe, a ver como le explico yo estas lágrimas...
    te decía que me has hecho llorar porque mi abuela hace años empezó a confundir los días de la semana, y a buscar cosas que hacía años que no tenía, y a confundirnos con nuestra madre, o con la suya...
    hace años, un día mi abuela le dijo a mi madre después de toda una tarde juntas, que tenía la voz igual que su hija... y esos recuerdos, después de mas de quince años, siguen doliendo...
    siento que estés pasando por ese olvido que duele tanto que no hay manera de explicarlo...
    así que te mando un abrazo...

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  2. muchas gracias por tu comentario; me alegra saber que alguien me lee! Y mil gracias tb por tu abrazo; siento que tú también hayas pasado por lo mismo... es algo que duele demasiado. Un abrazo para ti. Muaaa

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